Si bien México cuenta con gran variedad de este fruto, porque se cosechan en nuestro territorio, también nos distingue porque somos los que más picante consumimos.
Nos define, aunque no de modo exclusivo, frente a otras dietas o cocinas del mundo.
Condimento de simbología poluar, nutrimental y hasta cultural.
La multiplicidad de los moles, las salsas, en vinagre y hasta los chiles rellenos, ya sean poblanos, cuaresmeños, chile ancho seco, entre muchos otros, son algunos ejemplos.
En nuestro país, existen más de 40 variedades de chiles.
Y aunque no lo crean, tiene un valor nutricional...
Es rico en vitaminas: Los chiles frescos, contienen más del doble de vitamina C, que el limón y la naranja y casi 6 veces más que la tonronja.
Y los chiles secos por su parte, contienen vitamina A, en una proporción mayor que las zanahorias, por ejemplo.
Poseen además: vitamina E, P, B y algunos minetales.
Aunque su consumo puede provocar diversas molestias como gastritis o úlceras, comer chile resulta esencial para tener una dieta balanceada.
Y la verdad es que, no hay comida que sepa bien, sin un toque picoso.
¡Qué tal!
¿Pensaban que el chile podría tener tantos beneficios?
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